Tradicional subida al Ocejón

Desde hace casi cincuenta años, el Club Alcarreño de Montaña incluye en su  calendario de actividades la tradicional subida navideña al Pico Ocejón, a la que denomina Marcha «Jesús García Perdices», en homenaje al que fue su fundador y primer presidente.

La cima del Ocejón, aunque no es la más alta de Guadalajara, si es la más característica. Esta ascensión tiene lugar el domingo anterior al día de Navidad, con lo cual no crea problemas de fechas. El día anterior a la subida, un reducido grupo de montañeros pernocta en alguno de los pueblos de alrededor y celebra una pequeña navidad con los lugareños. El domingo es el día importante, son muchas las personas que llegan a Majaelrayo o Valverde de los Arroyos, no sólo de Guadalajara, sino también de Madrid y la zona centro, que quieren celebrar una navidad distinta.

Son muchos los periodistas y escritores que han hablado sobre el Ocejón: hace escasas fechas, el periodista Alfredo Merino describía la subida al Ocejón en su blog de El Mundo y le llamaba «El Cervino Alcarreño».

El texto que hemos utilizado en las siguientes lineas para describir la subida al Ocejón, está tomado del libro «Las Primeras Montañas«, de Agustín Faus.

Como llegar
Desde Guadalajara hay que coger la carretera CM-101 hasta Humanes de Mohernando, pasando por Fontanar y Yunquera de Henares. Desde Humanes, seguir el indicador en dirección a Tamajón por la carretera CM-1004. Desde aquí hay que continuar por la carretera de servicio del Pantano del Vado, (unos dos kilómetros desde Tamajón, parte la carretera, a la derecha, que va a Valverde de los Arroyos), continuar unos cuatro kilometros, pasada la ermita de Nuestra Señora de los Enebrales y a la derecha parte la carretera que va a Majaelrayo, no se encuentra en muy buen estado.

Otra variante, desde Madrid es ir por la N-I hasta coger la carretera que lleva a Riaza y desde aquí por la pista a Majaelrayo, este camino está intransitable en invierno.

Plano de acceso a Majaelrayo

Plano de acceso a Majaelrayo

Subir al Ocejón

«El camino más clásico y rápido al Ocejón parte del pintoresco pueblo de Majaelrayo. Este núcleo humano, el último que existe en el valle, pues otros que existieron más arriba ya están abandonados, está a 1.182 metros y llega hasta él la carretera asfaltada y en buenas condiciones desde Guadalajara por Humanes y Tamajón (70 km.). Oficialmente no hay carretera más allá de Majaelrayo, aunque si existen unas pistas que llegan a Cantalojas y Riaza, poblaciones ya muy alejadas, pero se trata de vías muy rudimentarias que no se aconsejan al automovilista que quiere andar seguro.

El camino del Ocejón se inicia en el barrio superior de Majaelrayo: un camino parte en dirección este, descendiendo unos pocos metros para cruzar el pequeño arroyo situado en la parte posterior del pueblo. Es muy fácil seguir esta senda que va subiendo discurriendo entre las estepas, sin pérdida posible, porque es casi imposible salirse de ella. Más arriba, el macizo de estepas da paso al bosque de robles por entre los cuales prosigue el camino, encaramándose en amplias vueltas por la ladera de la montaña, manteniendo una cuesta muy regular que hace ganar altura sin visible esfuerzo, hasta alcanzar unas rocas junto a un suave rellano de pradera verde llamadas Peñas Bernardo (1.820 m.). La dirección es netamente este. Hasta este punto se habrá tardado entre hora y media o dos horas, sin apretar el paso. Es éste un sitio muy bonito para descansar, para contemplar el panorama rehaciendo fuerzas y para pasar un buen rato. También es lugar bonito para acampar, aunque en épocas de sequía habrá problemas para abastecerse de agua en un manantial no muy claro situado al pie de las peñas. También hay un manantial antes de llegar, en el camino de los robles, pero dada la configuración rocosa de la montaña donde el agua se filtra fácilmente, puede estar muy pobre o seco en épocas de verano. Es mejor, en todo momento llevar provisión de agua desde el mismo pueblo.

En Peñas Bernardo es fácil intuir el camino hacia la loma superior de la montaña. Desaparecen ya los robles y se anda por un sendero marcado por hitos y por algunas marcas de pintura. En el suelo sólo hay piedras y una espesa y agradable alfombra de gayuba, planta rastrera sobre la cual se anda muy bien. Una vez alcanzada la loma superior (collado Perdices) debe torcerse a la derecha, dirección sur trepando por las mismas piedras de la cresta o bien bajar unos metros para buscar un sendero que es fácil descubrir en un gran anfiteatro suave que sube por la vertiente contraria, procedente del pueblo de Valverde de los Arroyos. Este sendero está también en dirección sur, bien marcado en las piedras, y hasta forma verdaderos escalones en su parte superior, conduciendo sin tropiezo alguno a la misma cresta y cumbre doble del Ocejón. En la cumbre norte hay un vértice geodésico y en la sur, situada a la misma altura y unos cincuenta metros más allá se destaca un gran hito con una hornacina donde suele haber alguna imagen religiosa y donde hay también un receptáculo metálico para que, quien quiera, pueda dejar su tarjeta.

Camino del Ocejón

Camino del Ocejón

Misa en la cumbre

Misa en la cumbre

En la cumbre del Ocejón

En la cumbre del Ocejón

Desde la cumbre, la vista es completa hacia el Guadarrama y sierras del Cardoso, al oeste; pico del Lobo, al norte, Urbión y sierra de la Demanda, al nordeste, y relieves boscosos y de monte cubriendo la torturada orografía de las vertientes este y sureste. Al este, más allá, destaca la silueta del Alto Rey, montaña muy querida en la región, pero desgraciadamente hoy desfigurada por unas modernas instalaciones en su misma cumbre.

Se pueden haber tardado entre tres o cuatro horas para la ascensión. El desnivel es considerable (casi mil metros), pero se sube muy cómodamente.

La bajada puede ser más rápida, siguiendo el mismo camino.

Por toda la arista sur también hay una bella ascensión al Ocejón, partiendo del final de una pista casi desconocida que arranca a unos seis kilómetros de Tamajón. El camino es más largo, pero hay menos cuesta, más la pista citada puede tener graves problemas y no es aconsejable seguirla hasta el final.

Desde Valverde de los Arroyos también se asciende al Ocejón, pasando por unas cascadas llamadas Las Chorreras. Lo más bonito puede ser subir por Majaelrayo y bajar por Valverde, pero para ello hay que haber dispuesto anteriormente un sistema de ser recogido en dicho lugar.

Las gentes de la región son muy amables y dan toda clase de facilidades e indicaciones a los que visitan su territorio. En Majaelrayo hay dos establecimientos que dan de beber y hasta de comer, más es difícil hallar sitio para dormir, excepto en una casa refugio para montañeros, cuya llave hay que solicitar al alcalde. En Valverde de los Arroyos también hay algún servicio, aunque bastante limitado.»
(Del libro: Las Primeras Montañas, de Agustín Faus).

Croquis del Ocejón

Croquis del Ocejón

Dibujo de Agustín Alcántara

Dibujo de Agustín Alcántara

Te esperamos el domingo más cercano a Navidad